MAYO, MES DEL PATRIMONIO NACIONAL 2021 Puentes del Ferrocarril, Patrimonio Vigente de La Araucanía.

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La construcción del Ferrocarril permitió el desplazamiento de pasajeros y carga durante cien años en forma sistemática. Hoy sus puentes, estaciones y materiales diversos son parte del Patrimonio Material de La Araucanía. En esta oportunidad veremos algunos de sus principales puentes y viaductos, muchos de ellos actualmente operativos en la Red Central Ferroviaria.

El avance de la hoy llamada “Red Sur de Ferrocarriles”, debió enfrentar numerosos problemas en su trayecto. Los más importantes fueron quebradas y ríos, que dieron lugar a la construcción de los llamados “viaductos ferroviarios”, tanto por su longitud y por su altura.

 Es interesante destacar que hay enormes viaductos, sobre ríos y esteros de la zona sur, que en verano prácticamente no llevan agua, pero que en invierno deben soportar las lluvias que los convierten en torrentes, que bajan de la zona cordillerana en busca de su desagüe en el mar o se convierten en afluentes que dan vida a otros ríos de mayor envergadura.

Los principales puentes están sobre los ríos Cautín, Toltén y Chol Chol.

Entre Collipulli y Temuco hay una serie de viaductos tales como el Malleco, Colo, Traiguén, Quino, Salto y Quillem.

Gran parte de estos puentes metálicos fueron hechos en las fundiciones de la compañía francesa Schneider y Cía, del Creuzot, Francia y por eso tienen iguales características, excepto los del Colo y Traiguén, de Victoria, que fueron hechos en Estados Unidos.    

Se destacan en el sector norte, en la Región del Bío-Bío, el Laja de 400 metros de longitud y el Bío Bío, entre Santa Fe y Coigüe con 502,70 metros de longitud, única forma de poder superar las crecidas del caudaloso río. Con el fin de impedir posibles derrumbes de sus bases, el primer puente que lo cruzó tuvo la característica de ser “inundable”, es decir, era un puente muy bajo y con las primeras creces la vía se perdía en el agua.

Renaico, desde tiempos inmemoriales ha sido la puerta de entrada a Malleco y luego a la región. Su río, aunque de mansas aguas, requirió un puente de 91,32 metros. Su actual estructura fue diseñada y construida a principios de los años 30 en los talleres de la Maestranza ferroviaria de Temuco.

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Puente Chol Chol, en Nueva Imperial

Siguiendo hacia el sur nos encontramos con la espectacular vista del majestuoso “Viaducto del Malleco”, al lado sur de Collipulli. Esta obra fue calculada y construida por la firma francesa Schneider y Cía. Los planos del proyecto están fechados en Chalon-Sur-Saone el año 1885 y llevan la firma de aprobación del Ingeniero Inspector del Gobierno de Chile don Aurelio Lastarria.

La ejecución de esta monumental obra de arte demoró tres años en ser construida y fue inaugurada y entregada al tráfico con gran solemnidad el 26 de octubre de 1890 por S.E. el presidente de la República don José Manuel Balmaceda.

Su estructura está formada por una viga metálica continua de 347 metros de longitud, la que va apoyada sobre cuatro vigas metálicas de 43,7; 67,7; 75,7 y 43,7 metros de altura.

La altura del riel sobre el fondo del valle es de 102 metros.

Entre 1923 y 1926, se efectuó el trabajo de refuerzo, que dio al Viaducto la posibilidad de permitir el tránsito de locomotoras más modernas y de mayor peso.

Los refuerzos permitieron el tráfico de trenes con una mayor carga que un tren compuesto de carros carboneros automáticos para 66 toneladas, arrastrados por dos locomotoras Mikado, que era el tren de mayor peso que en eso años se podía proyectar.

Este refuerzo se contrató el 4 de octubre de 1923 con la firma Schneider y Cía., del Creussot, Francia, es decir la misma que construyó la ferretería del puente.

El refuerzo del puente consistió en los siguientes trabajos:

Tablero: Se reforzó el travesaño colocándole un puntal en el medio, para un mejor apoyo.

El larguero fue reforzado por un sistema de tirantes y pendolones que fueron colocados en la parte inferior.

Vigas Maestras: La parte de las vigas maestras cercanas a los pilares fueron reforzadas en forma indirecta, cambiando el nivel de apoyos. En los estribos los apoyos se bajaron 11,14 cms. Y en las dos pilastras centrales se levantaron los apoyos de los estribos.

Pilastras: Fueron reforzadas intercalando un nuevo enrejado de resistencia al viento y a las cargas verticales.

El cálculo de estos refuerzos fue hecho por la oficina de Puentes de la Sección de obras del Departamento de Vías y Obras, por los ingenieros especialistas Jorge Ewerbex, Raúl Simón y Carlos Franke.

El año 1990 el Viaducto del Malleco fue declarado Monumento Nacional.

A mediados de 1887 llegaron de EE.UU., las estructuras de los puentes Colo (335 metros), Traiguén (335 metros)  y Dumo (20,85), todos del sector de Victoria. 

Debido a su inestabilidad en 1980 fueron cambiados y acortados los tramos de los viaductos Colo y Traiguén y actualmente sus longitudes son de alrededor de cien metros.

Viaducto Colo. Aún se conserva la estructura de concreto armado montada entre los años 1917 y 1918. Fue la primera obra ferroviaria de este tipo de construcción en Chile, motivada por la falta de fierro en el país, debido a la Primera Guerra mundial. Estos trabajos se realizaron para evitar que el viaducto se desplomara como pasó con el viaducto Traiguén ubicado poco más al sur, inmediato a Victoria, el que cayó el año 1914 y cuyas obras se prolongaron hasta el año 1916. La construcción estuvo a cargo del ingeniero Luis Pérez Gacitúa y del Inspector de Obras ingeniero Juan Vera.

Posteriormente los puentes del ramal Púa a Traiguén también se construyeron de concreto armado siendo los de: El Salto (24.00 Mts), Quino (61,80 mts.), Chanco (41,75), Tricauco (76,00) y Traiguén (112,20 Mts.), todos aún en pie.

En el ramal Quino a Galvarino, en los años ‘30 del siglo pasado, se construyó un puente metálico de 116 metros. Este puente estaba considerado de cemento en los planes de Obras Públicas, pero una insinuación del ingeniero que construía la vía motivo se encargara su construcción en metal a una firma chilena de Caleta Abarca.

Los puentes Quino, El Salto, Quillem, Chol Chol, Cautín y Toltén, además de otros más pequeños, fueron encargados a Schneider & Creusot, en Francia.

Destacan por sus estructuras y longitudes los puentes sobre el Chol Chol en Nueva Imperial, del ramal Temuco a Carahue (418,37 metros), declarado Monumento Nacional y en la Red Central los siguientes: Toltén, en Pitrufquén (450,00 metros); Cautín en Temuco (420 metros) y finalmente el puente Quillem, del poblado del mismo nombre (209 metros).

Héctor Alarcón Carrasco

Escritor e investigador. Especialista en Historia Aeronáutica y Ferroviaria. Autor de diversos libros.

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