Se llamaba Boris Leonardo González Reyes; había nacido en la populosa comuna de Conchalí el 3 de noviembre de 1952, en el sector de La Palmilla, de ahí era su familia y él nunca quiso “cambiarse de casa ni de barrio”, expresión que hizo famosa en sus presentaciones y que le valieron ser catalogado como un tipo simpático, cantor de temas “cebolla”, con los que vibraban sus amigos del barrio y que luego se acrecentaría cuando sus discos comenzaron a hacerlo conocido por todo el país y el extranjero, gracias a sus presentaciones en varios programas de moda de la TV chilena.
En 1975 el entonces conocido pianista Roberto Inglés, director artístico el sello IRT, le colocó el nombre artístico de “Zalo Reyes”. Con el correr del tiempo, gracias a su carisma extraordinario, se fue ganando espacios que le llevaron a transitar por múltiples lugares del país y del extranjero, llevando en su maleta el humor y el carisma de su voz que tanto agradaba a la gente del pueblo.
Padecía de diabetes, enfermedad que más de una vez lo llevó al hospital, pero volvía a su casa en el pasaje que lleva su nombre, ahí a orillas de la populosa calle Independencia, cercana al Municipio, que hace algunos años le había declarado “Hijo Ilustre”, mérito que le produjo una de las mayores alegrías de su vida, pues este reconocimiento de su comuna de siempre le venía bien a su apodo de “Gorrión”, que emulaba a la famosa Edith Piaf, conocida como “El Gorrión de París”.
A pesar de las bajas actuaciones durante la pandemia, Zalo se valió de las redes sociales y a diario aparecía cantando sus mejores canciones, acompañado de su grupo y compartiendo su alegría con la gente que lo pasaba mal y a quienes una canción les reconfortaba la vida.
Hoy, a las cuatro de la tarde el “Gorrión de Conchalí” exhaló su último suspiro y nos dejó para siempre en cuerpo y alma, pero sus canciones seguirán dándonos un poco de esa alegría que él irradiaba en sus presentaciones y que dejara grabadas, en casetes, discos, CD y videos.
Hasta siempre Gorrión, ve a recorrer otras latitudes, que tu memoria y tus canciones nos harán recordarte por siempre.