El pasado lunes 19 de abril, los noticieros de todo el mundo trajeron la buena nueva. Finalmente se había logrado efectuar el primer vuelo controlado y con motor de una aeronave en otro planeta, este era el Ingenuity en Marte.
Naturalmente la noticia impactó a todos quienes de una u otra forma seguimos a distancia esta sorprendente etapa de la conquista espacial. Vía televisión pudimos observar como la pequeña máquina aérea conocida como Ingenuity, ascendía lentamente, por sus propios medios, pudiendo mantenerse en el aire durante 39 segundos.
De la misma forma, quienes tuvimos oportunidad de observar el primer satélite pasar por sobre los cielos de Chile, el llamado Sputnik soviético del año 1957, también nos sentimos tremendamente impresionados, pues con aquello se daba inicio a lo que con el tiempo se llamó la “carrera espacial”, que naturalmente sólo tuvo dos competidores: la Unión Soviética y los Estados Unidos de Norteamérica.
Como estas situaciones siempre necesitan ser comparadas, no tardó en llegar la noticia de que este vuelo en el planeta Marte, por su importancia, sólo podía ser comparado al primer vuelo de los hermanos Wright, quienes el 17 de diciembre de 1903, en las arenas de Kitty Hawk (Carolina del Norte) realizaron los primeros vuelos en avión.
La verdad es que hacer esta comparación, desmerece el vuelo del Helicóptero Ingenuity, pues como se ha dicho y lo ha podido apreciar todo el mundo, la pequeña nave se elevó por sus propios medios y no tuvo necesidad de una catapulta metálica, como fue la que usaron los Wrigth en sus primeros vuelos, algo que generalmente no se dice, pero que está en todos los libros de historia de la aviación.
Siendo un poco más osados en el tema, bien podríamos decir que el vuelo del Ingenuity tiene los mismos merecimientos que el vuelo del brasilero Alberto Santos Dumont, quien el 23 de octubre de 1906, en los prados de Bagatelle (Paris), logró elevar su aeroplano “14-Bis”, de propulsión propia, en un vuelo de sesenta metros de distancia y a una altura de 2 ó 3 metros, siendo reconocido en su época como el “Primer Vuelo Mecánico” del mundo, lo que más tarde permitió que en Francia Santos Dumont fuera declarado como “El Padre de la Aviación”.
Es sabido también, que los Hermanos Wilbur y Orville Wright realizaron sus primeros vuelos en perfecto secreto, sin conocimiento de la prensa, pues para asegurar su invento necesitaban patentar todos los elementos de su máquina aérea y con los años tuvieron que recurrir, incluso a una carta dirigida a su hermana, en que le comentaban incidencias del vuelo, para que fuera oficialmente conocida la fecha de su proeza aérea, que como dijimos anteriormente, fue debidamente propulsada por una catapulta, lo que de hecho, no aconteció con el Helicóptero Ingenuity.