Cuentos de Lidia Cristina Lacava

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Desde Neuquén, nuestra amiga Lidia Cristina Lacava nos ha enviado este interesante material literario, que hoy damos a conocer a nuestros lectores:

 

EL FANTASMA

Me falta un “movimiento” y terminaré la Sinfonía.

El editor me lo reclama desde hace días y no encuentro la inspiración necesaria. Dependo de esta entrega para que con su paga pueda saldar mis deudas.

Ya no tengo carbón para el hogar. El frío es muy intenso. El invierno en Viena es insoportable.

Desde hace dos días no como, nadie sabe de mis padecimientos. No obstante debo concentrarme en mi creación. Me siento mal, trataré de dormir.

Pasaron tres días y la casera, cansada de llamar a la puerta del músico, decidió entrar. Halló el cadáver que tenía una tranquila expresión en el rostro.

En la mesa de trabajo se encontraba escrito el “movimiento” de la Sinfonía que faltaba.

La caligrafía era impecable y no correspondía a la del músico muerto.

La casera pudo cobrar lo adeudado.

Lidia C. Lacava

 

PADRE E HIJO

Mi alumno Juan Pérez tenía muy mal rendimiento escolar.

Me contó que su padre era Comisario de Policía y que no lo veía desde hacía varios años.

Se sorprendió cuando le comenté que conocía a su padre y que tenía la mejor impresión de él como persona y como funcionario.

Juan Pérez mejoró como estudiante a partir de conocer mi positiva opinión acerca de su progenitor.

Pasados unos meses hablé con el Comisario Pérez, y le relaté los eventos de su hijo.

Me respondió que él no era el padre sino un colega homónimo.

Mi alumno nunca supo de mi confusión.

 

Lidia C. Lacava

 

REGALO

Sobre la mesa aparecieron seis rosas. Una voz invitó al recuerdo.

En la tumba del cementerio próximo quedaban todavía seis rosas de la docena inicial.

 

PREGUNTA

_Mamá, ¿ cuándo voy a nacer?

_No temas, cuando venga tu papá te engendraremos.

 

REENCARNACIÓN

El bebé dormía plácidamente.

El anciano, yacente a su lado,  entraba en el letargo de la promesa en su próxima vida.

Un lazo sutil e indescriptible unía a ambos.

 

AVISO

El pájaro de pecho rojo se asomó a la ventana, entró, dio tres vueltas por la habitación y voló. ( El joven pensó en su padre)

Pasada una hora le avisaron que éste había muerto.

Su hermana recibió a una paloma herida. (Pensó en su padre)

Más tarde se enteró de la muerte.

 

Héctor Alarcón Carrasco

Escritor e investigador. Especialista en Historia Aeronáutica y Ferroviaria. Autor de diversos libros.

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