TIERRA VIVA. Antología de Gloria Lepilaf Ñonque

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Gloria Lepilaf Ñonque ha finalizado su proyecto CONADI que durante el presente año le permitió publicar un boletín literario, una antología poética y lo que es más enaltecedor: pudo incorporar a la vida literaria a un grupo de quince personas que poco sabían de poesía, que poco sabían lo que es un verso, lo que es una rima, pero cada una de ellos tenía el sentido creador que nos es propio y vivían en un entorno singularmente atrayente; flora y fauna; costumbres; leyendas y tradiciones, todo ello fue aprovechado por Gloria para que cada uno de sus alumnos pudiera recogerlos y crear versos, versos simples, donde ha quedado reflejado el ambiente que decora el paisaje de Cuel Ñielol, su comunidad tan propia.

P1170642Cerró el proyecto en el vecino pueblo de Galvarino, junto a aquellas mujeres y varones que bajo su acertada supervisión se adentraron por los caminos de la poesía y le permitieron a Gloria lanzar esta Antología que ha denominado “Tierra Viva”, en cuyas páginas ha quedado estampado un año de trabajo literario, un año de trabajo con sus amigos de infancia, con sus familiares, con quienes quisieron acompañarla en esta travesía literaria tan diferente a la vida diaria de cada uno.

Los poetas antologados fueron los siguientes: Dora Venegas Cheuque, María Melín González, Magdalena Lepilaf Ñonque, Lucila Yevilao Rubilar, Nicol Bozo Lepilaf, Patricio González Lepilaf, Gloria Riquelme Huenupe, José Penchulef Huaiquilao, Lorena Apeleo Apeleo, Hilda Curamil Coliqueo, Magaly Castillo Jara y Sandra Llanos González.

De esta Antología apreciamos la simpleza del verso de Dora Venegas:

Mi abuelita me contaba/ que el cachanlahue/ y el palo santo/ eran remedios muy buenos/ para el resfriado.

Pero también vemos el vuelo de la palabra de Nicol Bozo Lepilaf:

“Revés, derecho… revés derecho…”/Trato de no perder un punto/ y no puedo olvidar las historias de mi abuela./ Recuerdo su delantal mientras cocinaba/ y las antiguas recetas que con paciencia me enseñaba/ “Revés, derecho… revés derecho…”

José Reinaldo Penchulef pone la nota de sabiduría entre los jóvenes alumnos de Gloria con esta composición en prosa que él llamó “Maikoño” (tórtola):

Dicen que Chaw (padre) Dios les dio a todos los pajaritos de la tierra un mensaje, diciendo:

Que todos los pajaritos hicieran muy bien sus casas para su futura reproducción.

Muchas aves construyeron hermosos nidos. La urraca lo hizo de barro y paja, pero la tórtola no obedeció la orden.

“No tengo paciencia” –dicen que dijo- y el maikoño hizo su nido sólo de algunos palitos cruzados.

Cuando quiso empollar cayeron sus huevos al suelo, sus polluelos también cayeron y ella no los pudo levantar. Por eso la tórtola llora sus penas hasta el día de hoy.

Y al niño que llora le dicen “Está llorando el maikoño”, contaba mi abuelita.

Otro de los buenos elementos descubiertos en esta Antología es Patricio González Lepilaf, quien estalla en versos ante la presencia femenina en su “Violento Amor”:

…Quiero tomar por asalto tu corazón y raptarlo para mí/ no importa cual bomba atómica sea la peor/ no, a las bombas nucleares/ No hay poder más grande que el amor que siento./Quisiera acribillarte con ráfagas de besos/caricias y cantos de romance.

En lo general hay un rescate de leyendas, cuentos, todo ello fruto de la cosmovisión Mapuche y de un acervo que está presente como recuerdo de las noches junto a los viejos fogones, donde el viento se deslizaba sin pausa por las rendijas de las rucas y la lluvia caía implacable por el techo mal sellado por el humo del fogón. Allí se reunía la familia a conversar, a escuchar viejos relatos transmitidos de generación en generación y allí también los padres conversaban e instruían a sus hijos, algo que al parecer, en parte se mantiene todavía en esta comunidad lindante al cerro y al bosque.

Enriquece la obra el trabajo de traducción realizado por el profesor de Historia y Geografía Manuel Santander Solís, quien además es azumchefe –hablante de la lengua- y werken –mensajero-, quien acompañó al grupo en su caminar literario y tradujo varios poemas al Mapuzdungún. Fue también el principal impulsor para que éste fuera aprobado como idioma en la misma proporción que el español en la Comuna de Galvarino.

Estuvo presente en el lanzamiento, entre otros, la destacada poeta y crítico literaria Eugenia Toledo Renner, quien en breves palabras se refirió al trabajo que realiza Gloria, destacando además la participación de personas de la comunidad en este hermoso proyecto.

TIERRA VIVA. ANTOLOGÍA. Gloria Lepilaf Ñonque, Editorial Kronoss, 108 pgs. Galvarino, Chile 2013.

Héctor Alarcón Carrasco

Escritor e investigador. Especialista en Historia Aeronáutica y Ferroviaria. Autor de diversos libros.

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