Lautaro con llovida trilla a yegua celebra 132º Aniversario

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Con gran entusiasmo prosiguen en Lautaro las actividades del 132º Aniversario de la Ciudad. Hoy domingo le correspondía lucirse a los huasos en la ya tradicional “trilla a yegua suelta” en el Parque Isabel Riquelme, pero la tarde se tiñó de negros nubarrones que originaron unas nubadas de antología que casi hacen ahuyentar a todos los espectadores.

Finalmente cesaron las precipitaciones y continuó el programa oficial que había comenzado con una misa a la chilena, donde un conjunto de huasos acompañó al cura en toda su locución, finalizando la ceremonia con un bien bailado pie de cueca.

A continuación la Asociación de Rayuela ocupó sus lugares en las dos canchas habilitadas para estos efectos y sus asociados dieron inicio a la competencia de “rayas” y “quemadas”, que hicieron disfrutar a todos los aficionados al juego del tejo.

Por su parte los huasos atraían al público con una serie de competencias en las que podía apreciarse el grado de adiestramiento de los animales y la soltura y habilidad de los jinetes en sus respectivas monturas.

Pero es indudable que todos esperaban la trilla, así es que los huasos del club lautarino dieron inicio a esta tradición campesina, que ya ha perdido vigencia en el campo chileno por  la automatización de este tipo de faenas.

Cada movimiento de los huasos (a los que se unió una amazona que montaba muy bien), era recibido con muestras de ánimo y alegría por los presentes, no faltando las pullas cuando algo les salía mal.

El momento culminante aconteció cuando uno de los “rotos” que movían las gavillas de la era encontró el “tesoro”, consistente en una chuica de 5 litros de buen mosto de nuestros campos, suficiente para unas buenas chupilcas y remojar el güergüero de los huasos que participaban en la faena.

Paralelamente el conjunto folclórico “Lahuenco” del hospital local, entretenía a los presentes con aires y ritmos de nuestra tierra.

Una tarde familiar entretenida, pero que como hemos dicho, estuvo amenazada por la lluvia que a cada momento se hacía presente en la veraniega tarde lautarina.

Rotito con su china
Rotito con su china
protegiéndose de la lluvia
protegiéndose de la lluvia
Rayueleros de Pillanlelbún
Rayueleros de Pillanlelbún

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El Alcalde y los rayueleros
El Alcalde y los rayueleros
Buen tiro
Buen tiro

 

¡Quemada!
¡Quemada!

 

 

 

 

 

 

 

 

¡A Yeguaaa a yeguaaa!
¡A Yeguaaa a yeguaaa!
Buscando el tesoro
Buscando el tesoro

 

 

 

Héctor Alarcón Carrasco

Escritor e investigador. Especialista en Historia Aeronáutica y Ferroviaria. Autor de diversos libros.

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