Gloria Lepilaf Ñonque, la poetisa de la Mirada Triste

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Gloria Lepilaf Nonque
Gloria Lepilaf Ñonque

Gloria nació en la comunidad Cacique Antonio Peñeipil, en el sector de Ñielol, cercano a Galvarino. Allí supo de la ruka, del fogón familiar de acarrear agua desde el estero, de la lluvia invernal entre los árboles del bosque, de los relatos de su madre sobre el ancestro familiar que luchó por sus tierras en las últimas revueltas de los años 80 del siglo XIX, desde cuyos años se atrincheraron en parte de lo que fueron sus pertenencias y que el Estado denominó como Reducciones. Así fue como sus mayores se afincaron a los pies de los cerros Ñielol, en lo que hoy es parte del camino Lautaro a Galvarino.

En ese entorno rural, campesino, pero ritualmente Mapuche, Gloria supo de las venturas y desventuras de su pueblo. Estudió en las escuelas básicas del sector y luego concurrió al liceo de Lautaro donde terminó sus estudios medios, a pesar de sentirse una extranjera en dominios ajenos, como sucedía con muchas de sus compañeras, logró darse a conocer como una digna representante de su etnia, lo que se reflejó en diversos trabajos estudiantiles. Además en ocasiones especiales gustaba vestir los trajes típicos de la mujer mapuche, hablar su lengua, compartir con sus hermanos de raza.

Durante una trayectoria de más de diez años ha logrado centrarse en la poesía como su campo de acción, en la que lo mismo recoge impresiones de la vida diaria, con algunos alcances teillerianos, cuando se acuerda del pueblo que la acoge actualmente, o cuando recuerda como poco a poco se extingue lo más sagrado de su raza: El idioma mapuche, lengua que no todos sus hermanos de raza dominan y que poco a poco comienza a extinguirse.

A continuación dos aspectos de su poesía:

Lautaro

Tierra  de mapuches, de poetas
de notros, de castañas, araucarias,
chilcos, vagabundos y carretas.
O’Higgins es la calle céntrica
supermercados, fruterías,
bancos, oficinas, un taller de bicicletas.

El crepúsculo de la lengua

Cuando otrora el peñi se comunicaba en su lengua
las afiladas palabras del winca llegaron como saetas
y fueron cavando una tumba en la tierra de mis ancestros,
entonces el eco del mapuche poco a poco fue muriendo.

Allí se sepultaron las voces de los caciques, de las machis,
de los konas y la misión del werken fue concluyendo.
Silenció al kultrún el lacerante idioma del winka
y al viento que hace cantar el trompe y la pifilka.

Sin embargo el usurpador lenguaje extranjero
no pudo arrancar del piuke tanto recuerdo.
Algún día volverán aquellos gritos dormidos…,
algún día volverán…
como vuelven las aves a empollar en sus nidos.

Quedan hoy unas cuantas palabras sueltas
que se alzan y caen en la maleza
ya nadie se lleva a la boca esas complejas letras…
he de cavar despacio y saquear las voces de antaño
para que crezcan una vez más en nuestra tierra.

Quedan aún trozos de esas runas, mi dungü no se ha extinguido
y volverá a ser palabra en las bocas de nuestros hijos.
Volverán esos vocablos y despertarán nuestros labios,
Volverán…
mientras los dueños de nuestra querida mapu
que festejen con frente en alto el we-tripantü.

Gloria es miembro de la SECH –Sociedad de Escritores de Chile- y participó activamente en el grupo literario “Espigas de Sueño”, donde se publicaron sus poemas en la revista del mismo nombre.

Pertenece también al Grupo de Amigos de la Biblioteca, de Lautaro, en el que se dio a conocer como poetisa el año 2000.

Obtuvo primer lugar nacional –Pueblos Originarios- en el 16° concurso de Historias, Cuentos y Poesías del mundo rural 2008 organizado por FUCOA, con el cuento: “Mister Kalfuén en la gran urbe”, donde participaron más de tres mil trabajos, siendo este su mayor logro.

El año 2010 fue reconocida como poetisa mapuche y la escritora lautarina, en ceremonia realizada el 14 de septiembre en el marco del bicentenario.
Sus poemas han sido publicados en la Revista “Erato”, de Collipulli y en diversos medios  nacionales.

Como una forma de divulgar su poesía, ha optado por venderla convertida en pequeños pendones, adornados con la naturaleza del entorno, con la salvedad de que los poemas son escritos en Mapudungún, Inglés, y/o Español.

Héctor Alarcón Carrasco

Escritor e investigador. Especialista en Historia Aeronáutica y Ferroviaria. Autor de diversos libros.

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