Volver a Negrete, una promesa

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Escribe: Eugenia Toledo Renner.

Eugenia Toledo Keyser

Dra. en Literatura del Siglo de Oro

Caburgua,  Junio 2016

Nada mejor que pasar un fin de semana leyendo, entre otras cosas, una crónica biográfica al estilo de Negrete en el recuerdo 1052-1965 de Héctor Alarcón Carrasco, Salesianos Impresores, 2015, 199 páginas, con Patricia Mora como Coordinadora del Proyecto y Tito Alarcón a cargo del diseño.

Las historias y cuentos de estos lugares que pueblan nuestras regiones son cofres de vidas que lucharon, amaron y gozaron. Algunos se fueron a través de los años y otros se quedaron para siempre, pero todos ayudaron con su presencia y vida diaria a inaugurar las sociedades de los territorios donde florecieron.

Este es un libro que abarca un período determinado de memoria colectiva de Negrete y sus alrededores, sin olvidar el repaso a la parte histórica. La irreversibilidad de los acontecimientos fundó Negrete. De situación fronteriza pasó a ser un reducido “fuerte”, a constituirse en poblado de 1.500 habitantes (1840). De ahí para adelante se fue consolidando hasta 1897 cuando se crea la Municipalidad bajo el gobierno de Jorge Montt Alvarez. Estos son en líneas muy generales los datos aparecidos en el Capítulo I llamado “Negrete Tierra de Parlamentos”.

El texto está estructurado en cuatro capítulos, con 5 Anexos interesantes y una copiosa Bibliografía. En el capítulo II se inicia la historia de Negrete contada por el autor, quien a temprana edad llegó con su padre, Don Mario Alarcón, al pueblo en el año 1952. Nativo de Los Sauces como sus padres, Alarcón Carrasco pasa su infancia y adolescencia en Negrete, siendo en estos años testigo de los avances rápidos del poblado. Sin duda, el autor desde niño desarrolló un espíritu de observación y archivador mental de hechos, anécdotas y retratos de personajes interesantes en el entramado de la sociedad local. Así es como Héctor nos detalla el “desarrollismo industrial” que vivió Chile en esos años y que llegó al sur en forma de adelantos relacionados con la geografía de la zona y su topografía; Negrete se distinguió por ser zona agrícola y cercana al río Bío-Bío que ayudaba a que se relacionara con otras poblaciones aledañas. Tierra de agricultores, comerciantes, educadores y balseros se fue engrandeciendo con la Municipalidad, el Teatro, la llegada de las radioemisoras, el teléfono, el Correo, los bomberos, Carabineros, clubes deportivos, el ferrocarril, las escuelas.Todo nos está dado en el libro en detalle.

Hacia la mitad de este mismo capítulo II, el autor cambia la dirección del texto y con el mismo tono, se adentra en el mundo de las costumbres y tradiciones de la época para terminar con un poema homenaje al Negrete de entonces escrito por un vecino Don Belarmino Gutiérrez Soto, pág.138. Pueblo abundante en productos cereales, frutales, lecherías y queserías es el testimonio del poema.

La estructura o hilo narrativo de las diferentes instancias del pueblo son presentadas en formato de viñetas. Esto permite enumerar los juegos infantiles (el trompo, las bolitas, el volantín, etc.) y otras tradiciones como las fiestas primaverales, los circos, los bazares, y ciertas costumbres muy entretenidas como “la moda, los tejidos, las costureras” para terminar el capítulo con las costumbres funerarias que se fueron desarrollando y los fallecidos, algunas muy jocosas.

El capítulo III es un anecdotario de 19 páginas con viñetas de personajes que sobresalieron por una razón u otra en el pueblo. Esta parte consta con alrededor de 28 hombres y 3 mujeres renombradas: cómo olvidar la Tilita, la encargada del ceremonial litúrgico de la Iglesia, la Mariposa Encantada que se lucía en su balcón en los atardeceres y la Srta. Isidora Barra, de quien nos desliza el autor, un comentario relacionado con su padre, a quien le gustaba cazar pájaros y la Srta. Isidora (que había sido casada sin hijos), su amiga, gran persona y dueña de fuente de soda, era un ejemplo de cocinera en la localidad.

El capítulo último del texto detalla la vida agrícola de Negrete, descripciones a veces matizadas con las aventuras del propio autor (“El Pony Express”), los fundos y los trabajos sacrificados como la ordeña donde tenían que participar las mujeres cuyos maridos trabajaban en los predios, quisieran ellas o no. Los buenos talajes permitían a las mujeres dos ordeñas al día, una a las 4 de la mañana y otra, a las 2 de la tarde. Hacia la mitad de los años 50, por suerte, se importaron los equipos lecheros y esta obligación no se dio más.

Una lista de apodos y una Toponimia Mapuche que se relaciona con antiguos nombres de la zona que no fueron adoptados y otros que permanecen complementa el texto.

El presente trabajo de Héctor Alarcón es una fuente rica de información guía y acumulada que puede ser usada por historiadores, estudiantes y profesores o los lectores que gustan de nuestro patrimonnegrete-en-el-recuerdo-3270io para que no se olvide.

Es bueno recaudar la información en un solo lugar.

 

NOTA DEL EDITOR:

Artículos sobre Eugenia Toledo:

http://chilecronicas.cl/2013/05/eugenia-toledo-keyser-presencia-literaria.html

Poesía de Eugenia Toledo Renner – La Prensa

www.laprensa.com.ni/2016/04/30/cultura/2027065-poesia-de-eugeniatoledorenner

 Poesía de Eugenia Toledo Renner. Eugenia Toledo Renner 30/04/2016. Poesía de Eugenia … Bienaventurados los desaparecidos de la vida y la muerte.

chilecronicas.com/2013/12/casa-de-maquinas-de-eugeniatoledorenner.html

 7 dic. 2013 – “Casa de Máquinas” de Eugenia Toledo Renner … una vida que dejó grabadas muchas imágenes; imágenes que Eugenia Toledo necesita …

Héctor Alarcón Carrasco

Escritor e investigador. Especialista en Historia Aeronáutica y Ferroviaria. Autor de diversos libros.

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