Antropofagia, es un cuento corto de Lidia Cristina Lacava, el que ha recorrido espacios y se ha presentado en diversos salones, donde todavía el libro y la buena lectura son parte de la biblioteca mental de muchos.
Antropofagia acontece en una sala de operaciones, pero me pregunto ¿Qué hace un antropólogo en una sala de operaciones? Es una pregunta que no necesariamente debe tener respuesta, a lo mejor el antropólogo no estaba allí, estaba fuera del cuadrante metódico, sistemático, alienante y sincronizado que debe ser una sala de operaciones, donde la arsenalera (escudera medieval entronizante), es un actor de primeros planos, la que cuenta, protege, entrega y recoge ese arsenal violento y desgarrador, ese arsenal que puede dar vida eterna o ser el paso crucial hacia la muerte.
Sin embargo algo me extraña, el operante, ¿será un doctor?, o acaso es sólo un carnicero dispuesto a devorarse el supuesto cuerpo que yace en la camilla esperando una intervención salvadora.
Bueno, lean ustedes y opinen, pero traten de no acercase mucho al operador.
ANTROPOFAGIA
Se dirigió a la Sala de Operaciones.
Masculló su disgusto por la reciente discusión con el antropólogo.
_¡Idiota! ¡Pensar que el hombre volverá a la primitiva práctica del canibalismo es negar siglos de evolución. La ciencia y la técnica actuales, superan todo lo imaginado y son un orgullo para la humanidad!
Su equipo lo recibió respetuosamente. Le calzaron los guantes, y como nigromante poderoso, inició la ablación múltiple.
Lidia Cristina Lacava